Magdalena de Canossa

Santa Magdalena de Canossa (Verona 1774-1835)
Magdalena de Canossa comienza su obra a los 35 años, después de una larga y sufrida búsqueda de la voluntad de Dios sobre ella.
Nace en Verona-Italia en una familia noble y rica; es la tercera de cinco hermanos.
A través de etapas dolorosas como la muerte de su padre, el abandono de la madre, la enfermedad, la incomprensión, el Señor la conduce hacia caminos imprevisibles que Magdalena, la Marquesita, trata trabajosamente de entender.
A los 17 años cree ser llamada a la vida de clausura y emprende dos veces la experiencia del Carmelo.


Josefina Bakhita

Santa Josefina Bakhita, Hermana Universal
Nacida en Sudán en probablemente en 1869.

¿Quién es?
En la catedral de Obeid, una de las principales ciudades de Sudán occidental, se encuentra la pintura de una Canossiana africana arrodillada a la izquierda de la Virgen, reina de África.
Arrodillado a la derecha, está el fundador de los Misioneros Colombianos del Corazón de Jesús.
Los habitantes del lugar saben que aquella hermana africana es una coterránea, que nació y vivió en una aldea cercana hasta el día en que, todavía niña, fue raptada y vendida como esclava a unos negreros.
En Schío (Italia) donde murió en 1947, todos la llaman todavía la Madre Negrita.
Doce años después de su muerte comenzó el proceso de la Causa de Canonización.
El 1º de diciembre de 1978 la Iglesia promulgó el derecho sobre la heroicidad de sus virtudes.
El 17 de mayo de 1992 el Papa Juan Pablo II la proclamó Beata y el 1º de octubre de 2000 Santa.
Los sudaneses hoy la invocan como su protectora.
La Divina Providencia que “cuida de las flores del campo y de las aves del cielo”, guía a esta esclava sudanesa a través de innumerables e indecibles sufrimientos, desde la esclavitud a la libertad humana y a la libertad de la fe, hasta la consagración de toda su vida a Dios en el Instituto de las Hijas de la Caridad Canossianas.
Raptada y esclava
Bakhita, que significa “Afortunada” en árabe, no es el nombre que recibió de sus padres sino el que le dieron sus raptores, el día que la raptaron mientras estaba junto a una compañera en un campo cercano a su aldea.
Vendida y vuelta a vender muchas veces en los mercados de El Obeid y de Khartum, conoció las humillaciones, los sufrimientos físicos y morales de la esclavitud.
Fue sometida al tatuaje por incisión y estuvo muy cerca de la muerte. El valor de la pequeña, que sobrevivió a las heridas del tatuaje y del cual llevará las marcas durante toda su vida, era en el comercio muy superior al de los otros esclavos.


Madre Fernanda Riva

Fernanda nació el 17 de abril de 1920 en Monza, Italia. Su papá Cayetano muere cuando ella tenía tres meses, su mamá Juana asume el desafío de educar a sus cuatro hijos. Desde niña cultivó una intensa vida espiritual y un gran interés por ayudar a los demás. Siendo adolescente,  al presenciar en su parroquia el envío de misioneros a tierras lejanas;  sintió que Dios la llamaba a ser misionera.

Entró en la Familia Canossiana, en el Noviciado misionero en Vimercate. Fue enviada a Belgaum, India. Allí hizo su profesión religiosa el 24 de diciembre de 1941.

Hizo conocer y amar a Jesús, principalmente desde la educación.  Desde muy joven se le pidió que ejerciera como  directora de la escuela canossiana de Mahim  y de la Universidad Canossiana San José en Allepey.

Su gran humildad, alegría, apertura a la  escucha y disponibilidad sorprendía a todos. La enfermedad la sorprendió  tempranamente pero no disminuyó su pasión por Dios y por los hermanos.  En  el sufrimiento mantuvo la serenidad, vivió alegremente  y fortalecida en la oración  hasta sus últimos días.

Murió en Mahim en 1956.

El 28 de junio de 2012 fue proclamada Venerable por el Papa Benedicto XVI.

Esperamos que se realice un milagro por intercesión de la Madre Fernanda para poder invocarla como beata.

Con cariño la nombramos como la Misionera de la Alegría.