San José, réplica humilde del Eterno Padre

Quiero iniciar este testimonio, sobre la intercesión  de San José, con una oración muy significativa para mí.

Glorioso Patriarca San José, cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles,
ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad.
Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo
a fin de que tengan una feliz solución,
mi bienaventurado Padre, toda mi confianza está puesta en ti,
que no se diga que te he invocado en vano.
Y puesto que tú puedes todo ante Jesús y María,
muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén

 Esta oración fue mi consuelo en el transcurso del año 2021, cuando sorpresivamente el Señor me regaló  compartir sus sufrimientos, “para completar lo que falta a la Pasión de Jesucristo”, la rezaba con mucho fervor y confianza.

Providencialmente, el Papa  Francisco dedicó el año 2021 a San  José , con motivo de  celebrarse los 150 años de que fuera declarado Patrono de la Iglesia Universal. 2021 fue un año en el que, a través de muchas iniciativas se celebró la santidad, la vida, el patrocinio de San José; ayudó a hacer crecer la devoción en su intercesión.

A través  de la Carta Apostólica “Patris Corde”, el Papa lo define como un Padre  amado, Padre en la ternura, Padre en la Obediencia, Padre en la acogida, Padre de la valentía creativa, Padre Trabajador  y Padre en la sombra, y  subraya que  “su silencio persistente, no contempla quejas, sino gestos concretos de confianza”.

Continúa el Papa diciéndonos “la lógica del amor es siempre una lógica de libertad y José fue capaz de amar de una manera extraordinariamente libre”. Y es justamente, en esta libertad, que anida su  confianza en las disposiciones  y en los  anuncios de la voluntad del Padre.

San José era muy consciente de que todos los anuncios que recibía eran para “salvar al niño y a su Madre”.

Las virtudes enunciadas  en  la Carta Apostólica  describen de manera  muy  humana la persona de San José y su  misión,   la que   ejerció con esmero,   sin tanto ruido, ni propagandas.

Hay una frase en el himno de las  primeras  Vísperas de la Solemnidad de San José, que describe a San José como Réplica Humilde del Eterno Padre.

Me parece una definición muy acertada de San José. A él  todos podemos recurrir y sentir que nos  acompaña, nos  cuida,  como lo hizo y hace Dios en Jesús.

Mi experiencia personal, mi devoción a San José se acrecentó cuando, rezándole,  y pidiendo a otros que  le rezaran, recibí por su intercesión  gracias particulares.  Comprobé que no  todo era mérito de la medicina, sino fruto de la  confianza y el poder  de intercesión de San José.

Invito  a todos  a que  conozcan y recen  a San José para experimentar su intercesión,    porque su presencia en la Sagrada Familia, entre Jesús y María, puede mostrarnos “que su bondad es tan grande como su poder”. AMÉN.

Madre Mirella Fiorentini
Canossiana