El logo elegido recoge e interpreta el tema del XVII Capítulo General.
Expresa el retrato de una mujer, atraída por Cristo, viva y protagonista en la Iglesia, que sabe leer los trabajos y las expectativas de nuestro tiempo.
Iluminada por la Palabra, escucha, proclama, celebra y anuncia a todos el mensaje que le ha sido entregado con el testimonio de vida, con un lenguaje nuevo.
Es un rayo de luz que, superando barreras y obstáculos, se encuentra con el mundo entero, animándolo con nueva vida.