¿Qué significa que María fue subida al Cielo?

MARÍA SANTÍSIMA ASUNTA AL CIELO EN CUERPO Y ALMA

La uniformidad con Cristo no se limita a seguirlo hasta el calvario para padecer y morir con El y como El, sino exige seguirlo también más allá del sepulcro, porque un amor que entra en lo divino, que muere y no resucita, no puede ser creíble. Nosotros hemos creído en el amor que  vence al mundo, al pecado y a la muerte, nosotros hemos creído en Jesucristo Hijo de Dios y “quien cree en el Hijo de Dios tiene vida” (1Jn. 5, 10-12) –

(Identificación con Cristo Crucificad.  págs. 154-155).

¿Qué significa que María fue subida al Cielo?

Que Cristo mismo y los ángeles de Dios vinieron a buscarla al cabo de su vida terrenal…

El día 1 de noviembre de 1950, Pío XII definió solemnemente la Asunción de la Santísima Virgen María: “Proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la Gloria celestial” (DS 3903).   http://www.catolicosfirmesensufe.org/la-virgen-mara-fue-asunta-al-cielo-en-cuerpo-y-alma

Ella, la Inmaculada, no podía sufrir las consecuencias del pecado… porque durante su vida no tuvo pecado… Inmaculada antes, durante y después del parto… Inmaculada en sus actitudes… Inmaculada en sus elecciones cotidianas… no podía ser corrompida por la muerte… Por eso, al cabo de su camino terrenal fue subida al Cielo en cuerpo y alma.

María participó del Misterio Pascual de Cristo de una manera especial, cercana y auténtica. María es la Corredentora, la Madre del Redentor que ha vencido al mal,  a la muerte y todas sus consecuencias. Finalmente, Ella es la Reina “que está a la derecha del trono del Rey” (Sal. 45).

María Reina, coronada de gloria y majestad en el Cielo, sigue acompañándonos a cada uno, hasta que todos entremos en el Reino de Dios. Sigue intercediendo, rezando por nosotros y alentado nuestro caminar en la voluntad de Dios.

María es madre que subida al cielo tiene el oficio de cuidarnos, de velar por nuestra santidad, de recordarnos por dónde encontrar la luz y la paz, por dónde ir … es la que desata los nudos de nuestra vida, es la que corta las ataduras de muerte y nos enseña a ser libres…

María al pie de la Cruz es la Señora de sí misma, la mujer integrada, la cristiana adulta en la fe, en la esperanza, la madre de la Caridad y del Perdón. María fue más allá del sepulcro, creyó en la Resurrección, la acogió como realidad en su vida diaria, y esperó con paciencia el tiempo de Dios para entrar en su Gloria.

Con Ella nosotros también estamos invitados a dejarnos alcanzar por la Resurrección de Jesús. Dejemos que las mortajas de nuestras miserias caigan en presencia de Dios y por intercesión de María, entreguémosle al Señor nuestra libertad para que una vez sanada, resucitada, estabilizada con su gracia, podamos hacer un camino cotidiano de santidad.

¡María Asunta al Cielo, llévanos a Jesús!