Con Ella no temamos nada…

Dice  Santa Magdalena  “Abandonémonos y fijemos nuestra morada en el corazón de María, nuestra Madre y después no temamos nada”

Les cuento por qué elijo este pensamiento para compartir mi experiencia de María: dos etapas en mi vida que me marcaron…

 

  • 4 años de edad, me operan del corazón, cerrando quirúrgicamente un ductus, que tenía desde mi nacimiento.
  • 64 años de edad, me operan del corazón, realizando un reemplazo valvular.

En ambos períodos son exitosas las intervenciones y muy buen pronóstico de una vida buena físicamente. ¡Y así es!

Pero hay un episodio que no puedo dejar de relatar: mi abuela paterna, promete a la Virgen de Luján llevarme a Luján, a la Basílica  vestida con el manto bordado y una suerte de coronita, que confeccionó tan generosamente mi madre.

Con mucho sacrificio se concretó el viaje.  Y por fin llegamos…….ante el Altar.

Nunca entendí que había ocurrido.

Pero alguien me llevaba de la mano, para dar cada vez pasos más seguros interiormente en mi corazón (no por  operación) y vislumbrar cada vez un poco más, que había sucedido.

Al conocer a Santa Magdalena de Canossa, ella me abrió los ojos del corazón y entonces SI, pude entender que María Santísima, había estado siempre a mi lado. Pude valorar quien era mi protectora y por ende amarla inmensamente y abandonarme en su corazón.

Susana Paoli